
QUE TARDE REFLEXIONASTE.
Que tarde reflexionaste...
¡¿Por qué si te dabas cuenta que te amaba,
y aún cuando te buscaba
tus desdenes me mandaste?!
Si en verdad... yo te quería
con los vientos...
¡con las fuerzas de mi alma!
Traicionaste pensamientos...
Yo te amaba, alma mía.
de todo te dabas cuenta
y aún así, me provocaste,
mi corazón destrozaste.
Ahora... voy altivo, sienta o no sienta.
Pensaste que yo de penas moriría,
más solo me provocaste,
¡a la lucha me lanzaste
y después, (ja), yo me reía!
¿Pensabas que encadenado
por siempre me iba a quedar
en mi agonía fatal?
Por hoy te has equivocado.
De enojado... ¡nada tengo!,
voy a seguir mi camino,
siempre como un peregrino
que para ti... de la nada vengo.
Reconoce tus errores,
sigue adelante a la vida,
no te des mas por vencida
y olvídate... ¡olvídate de rencores!
En verdad... me lastimaste.
Más ya mi herida ha cerrado.
Ya hasta ha cicatrizado.
Mis pensamientos mataste.
Es más, yo te deseo
que adelante te superes,
que no sufras, ¡que mujeres!
En la nada ya te veo.
Adiós... “te has borrado de mi mente”,
a la nada te pasaste.
Un corazón mataste.
¿Qué quieres tú, que yo cuente?
1986.
Que tarde reflexionaste...
¡¿Por qué si te dabas cuenta que te amaba,
y aún cuando te buscaba
tus desdenes me mandaste?!
Si en verdad... yo te quería
con los vientos...
¡con las fuerzas de mi alma!
Traicionaste pensamientos...
Yo te amaba, alma mía.
de todo te dabas cuenta
y aún así, me provocaste,
mi corazón destrozaste.
Ahora... voy altivo, sienta o no sienta.
Pensaste que yo de penas moriría,
más solo me provocaste,
¡a la lucha me lanzaste
y después, (ja), yo me reía!
¿Pensabas que encadenado
por siempre me iba a quedar
en mi agonía fatal?
Por hoy te has equivocado.
De enojado... ¡nada tengo!,
voy a seguir mi camino,
siempre como un peregrino
que para ti... de la nada vengo.
Reconoce tus errores,
sigue adelante a la vida,
no te des mas por vencida
y olvídate... ¡olvídate de rencores!
En verdad... me lastimaste.
Más ya mi herida ha cerrado.
Ya hasta ha cicatrizado.
Mis pensamientos mataste.
Es más, yo te deseo
que adelante te superes,
que no sufras, ¡que mujeres!
En la nada ya te veo.
Adiós... “te has borrado de mi mente”,
a la nada te pasaste.
Un corazón mataste.
¿Qué quieres tú, que yo cuente?
1986.
No hay comentarios:
Publicar un comentario