
Quiero sentir tu mirada en la mía
y nuevamente volver a reír,
quiero llorar cuando no estás presente
y de nuevo vuelvo a recordar,
aquellos tiempos felices
tan alejados del mar,
en las montañas más puras,
donde el venado ha de saltar.
Donde los jilgueros cantan,
donde se ve la estrella fugaz...
que surca el cielo dejando la estela
de amor y alegría que no ha de parar.
¿A dónde irán esas almas fugaces
que el destino marca y no han de claudicar?,
aquellos tiempos, tiempos felices,
que no he de olvidar.
(Nunca más, nunca más...)
Quiero volver a sentir el calor
del amor que Dios nos ha de dar,
a ver tu mente sencilla y sublime
en tu frente y tus ojos de mar,
a tocar esa guitarra
que no pude aprender a tocar,
a hacer los murmullos largos,
suspirar y aprender a cantar,
agarrarte de la mano
y sentir tu energía vibrar,
volar al tiempo, sentir las tormentas,
los rayos celestes, el sol, claridad,
ser un poeta del amor y el viento
y al mirar tu rostro volver a empezar
una canción, hermosa y divina
que no he de olvidar.
(Nunca más, nunca más...)
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