
FLECHA MALDITA.
Los días eran... como éste día.
Las mañanas nubladas, refrescantes,
y dos amores triunfaban galopantes
como la más hermosa y tierna melodía.
Su pelo le colgaba sutilmente
sobre sus hombros hermosos y brillantes,
era muy linda el alba, y muy fragantes
las flores melodiosas y vivientes.
Y al sentir su palpitante corazón
mi cuerpo y mente mantenía perdidos
lejos de mí, al igual que mi razón.
Más una flecha maldita dejó herida
esa voluptuosa dicha, sin razón,
muriendo así mi amor... también mi vida.
Los días eran... como éste día.
Las mañanas nubladas, refrescantes,
y dos amores triunfaban galopantes
como la más hermosa y tierna melodía.
Su pelo le colgaba sutilmente
sobre sus hombros hermosos y brillantes,
era muy linda el alba, y muy fragantes
las flores melodiosas y vivientes.
Y al sentir su palpitante corazón
mi cuerpo y mente mantenía perdidos
lejos de mí, al igual que mi razón.
Más una flecha maldita dejó herida
esa voluptuosa dicha, sin razón,
muriendo así mi amor... también mi vida.
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